De continuar la tendencia actual de deforestación, hacia 2030 habrá desaparecido un quinto de los bosques amazónicos colombianos.
La construcción de carreteras, extensos cultivos y la explotación minera, transformarán patrones de poblamiento y ocupación de la Amazonia.
La aseveración se encuentra en el estudio Transformaciones en la Amazonia Colombiana, divulgado ayer, dirigido por la fundación Alisos.
Más vulnerables a los flujos y al incremento en la densidad poblacional pueden ser los departamentos de la Amazonia oriental (Amazonas, Vaupés, Guainía y Vichada), por el interés de la minería allí.
"La experiencia de la Amazonia brasileña en este sentido es ilustrativa y aleccionadora. En 1975, la región contaba con 29.400 kilómetros de carreteras. En el curso de treinta años, la red aumentó más de diez veces su tamaño. Alcanzó 268.900 kilómetros (Ximenes, 2006). En forma concomitante, la población de la Amazonia continental pasó de 5 millones, en la década de 1960, a 33,5 millones, en 2007".
El principal interés del informe fue apoyar los esfuerzos para fortalecer la sostenibilidad del desarrollo de la región, dijo Wendy Arenas, directora de Alisos-Alianzas para la Sostenibilidad.
Los expertos que participaron en el estudio sobre los impactos sociales, ambientales y económicos que tendría el desarrollo de proyectos de infraestructura en la región, plantean la urgencia de "reconocer que la explotación de recursos naturales a través de actividades agroindustriales y minero-energéticas debe concentrarse en la zona occidental (Meta, Caquetá, Guaviare y las de influencia de Cauca y Nariño).
La oriental (Amazonas, Guainía, Vaupés y Vichada,) debería dedicarse a la protección y la conservación, sin recibir intervenciones económicas significativas".
Un llamado para que la extinción no prosiga. Como expresara el desaparecido profesor Thomas van der Hammen: "Han sido experiencias muy dolorosas, ver desaparecer tanta belleza, tanta vida, con una rapidez alarmante".
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